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El hilo de este encuentro es el juego. Jugar viene del latín iocaris “hacer algo con alegría” esto nos traslada de manera inmediata al “hacer” y a las emociones “alegría”. Ambos conceptos están íntimamente ligados a lo natural, lo orgánico, a lo que surge desde lo humano, el hacer como parte esencial de nuestra cotidianidad, la materialización del mundo que creamos en nuestras ideas, y la alegría como una genuina expresión de bienestar. Es más necesario que nunca volver a encontrarnos con esta actividad que nos es tan propia. Jugar aporta a la liberación de tensiones, promueve el aprendizaje, la creatividad y el trabajo en equipo, fortalece los vínculos y la convivencia humana.